EL MEJOR TRABAJO DEL MUNDO

Primer Lugar

Mientras cruzamos lentamente hacia playa Moncul miro al operario de la barcaza encerrado en la cabina. Una sonrisa cruza plácidamente su rostro moreno y curtido, una mano relajada y firme sobre la palanca, la mirada siempre al frente, tranquila y segura hacia un destino mil veces conocido. «Ese es el trabajo que necesito», pienso, mientras vuelvo mi mirada hacia las dunas que se acercan y escucho la proximidad de un mar esquivo por meses de encierro.

Mario Parra Cárdenas, 50 años
Temuco.

Ilustración: @nina_pudu.