Talento Infantil
Había una vez una ciudad que se llamaba Nueva Imperial. No era una ciudad conocida en el país de Chile. Un día Nueva Imperial se enteró de que querían ponerle carreteras para unir Temuco y Labranza, y dijo que no. Labranza le dijo: «¿Por qué no, si es grandiosa?». Temuco dijo: «No está tan mal, Nueva Imperial». «No, no insistan, los que vivimos acá estamos bien así». Labranza llamó a Santiago; éste, tan pesado como siempre, le dijo: «¿Para qué me llamas?». Labranza dijo: «¿Puedes convencer a Nueva Imperial?». Santiago vino y sin preguntar los unió con cemento para siempre.
Rafael Melillan Marinao, 10 años
Nueva Imperial.
Ilustración: Javier Alejandro Neira.